martes, 10 de noviembre de 2015

El fraile de la guacas

En esta región poblada por los Guitaros, familia de los cencas, vivieron algunas no muy ricas y pudientes, pero fieles a su tradición cumplieron con visitar a calimas y quimbayas y de estos aprendieron a amasar el oro que moldeaba con habilidad asombrosa y elaboraron sus joyas y colares.
Estos trashumantes recorrieron miles de kilómetros y mercadearon con los incas de Perú y Bolivia, y conocieron de la magia algunos secretos como transformar el oro en tierra bruta. Cuentan que a la llegada de «los blancos» creyéronlos sus dioses los concitieron y alabaron, pero con los años se dieron cuenta que no eran sino bandidos explotadores y que les quitaban sus riquezas por lo cual decidieron enguacar sus fortunas que no eran para hombres sino para sus dioses y con su magia convirtieron inmensas cantidades de oro en montañas del Azuay.
Como venganza contra los ambiciosos blancos que buscaron sin suerte los entierros, los indios dejaron un mago cuidador, que protegía la cuaca y evitaba como un espanto, la sacasen si la encontraban.
Los más conocedores del arte de la guaquería lo hacen con barras de azogue que obran como imanes e indican el lugar, no con mucha precisión, otros lo hacen porque dicen haber visto entre la tierra arder de azul el suelo y esto es señal de una guaca, otros saben por referencia los lugares que en forma de pequeños promontorios sospechosos son lugares de entierro de guacas y allí hacen las excavaciones. | Cuenta Don José Leyton que la lomita, punto de Guaitarilla, cerca al pueblo, fue con sus amigos a guaquear, con tan mala fortuna que se les apareció el fraile, viejo cura español al que los indios condenaron a cuidar la guaca por su desmedida ambición, este fraile levantó del hueco su cadavérica figura, hábito derruido y de con sus manos huesudas levantó un rejo y les castigó hasta dejar desmayados.

El padre descabezado

En Pasto, por los alrededores del templo de San Felipe, los ancianos cuentan que han visto a un sacerdote (cura o fraile) descabezado conocido como el padre descabezado, es el fantasma de un cuerpo sin cabeza que deambula por sus alrededores, vestido con sotana en cuya cintura da vueltas un cordón blanco, doblado y que cae sobre sus piernas en forma de lazo con peluche.

martes, 3 de noviembre de 2015

La viuda

Es también conocida como la viuda de negro este mito trata de que una mujer mato a su esposo y a sus hijos y anda gritando "Ay mis hijos" XD y asusta a todo aquel que la escucha lol.

NUESTRO BLOG

Trata de mitos y leyendas de Nariño ademas pueda que en un tiempo no muy lejano subamos algo de contenido de mitos y leyendas de todo Colombia hasta de otros países.
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LA LEYENDA DEL GUAITARA-LAS LAJAS NARIÑO

Este vídeo habla de la aparición de la virgen de las lajas.
El franciscano fray Juan de Santa Gertrudis, en su crónica del viaje entre 17561762 por el sur del Reino de Nueva Granada, publicada en cuatro tomos con el título de “Maravillas de la naturaleza”, menciona el santuario en el libro III,2 siendo posiblemente la referencia más antigua de su existencia.

El guagua auca

En tiempos no muy remotos las gentes de la región creían que extraños dioses gobernaban el universo, más cuando la tradición de los abuelos enseña estas historias con las recomendaciones de lo que debían hacer para adorar a las divinidades, es toda una «religión» o idolatría; el culto es indispensable hacerlo para recibir bendiciones y favores de lo contrario los dioses se enfurecían y mandaban castigos insospechados a la gente.
Los temblores dejaron solo ruinas entre las gentes, la fumarola del volcán se elevó hasta el infinito como un gigante amenazador. De sus vidas no se supo, y los que sobrevivieron recordaron el cueto de que “por infieles el galeras se ponía bravo” y pidieron perdón.
El Volcán es su dios y tenían que agradarlo y recordaron que debían ofrendarle un guagua auca, es decir un niño recién nacido y sin bautismo, el que debían botar vivo por su cráter para que este se apaciguara.
Partieron de Chaucha, los mayores con varios guaguas (bebes) entre brazos, llegaron al Guaitara, subieron el Cariaco, llegaron al GALERAS, arrojaron a sus hijos al fondo del volcán al darle sus ofrendas y como por encanto este se dejó de rugir y de temblar, se calmó porque los indios volvieron a creer en él , desde ese entonces El Galeras no ha vuelto a molestar.

El gritón del cid

Se trata de un ser invisible que en cada centuria de la vida del mundo cumple con el rito sagrado de las divinidades de anunciar a los humanos el inicio de un nuevo ciclo de la vida.
De este extraño ser se dice que vive en las cuevas del río Guaitara, entre los promontorios que sirven de base al puente colgante de la carretera Pasto Ipiales. Que se pasea como todo un señor en los lugares inhóspitos de El Cid, Yunguita y Yanagala, llegando al Pedregal, Pilcuán y Arguello. Otros le atribuyen domicilio en las partes altas de las montañas de La Burrera, cerca de la finca el hospital y la hacienda de los Mora perteneciente a Túquerres y Cuma.
A quien mal habla de este terrible espanto lo condena a gritar con él por toda la vida o a perder la voz para siempre poniéndole un coto en la garganta. No es raro encontrar por los guaicos gentes con su coto lo que confirma su existencia.

LA LLORONA

La llorona convertida en el espíritu vagabundo de una mujer que lleva un niño en el cuadril, hace alusión a su nombre porque vaga llorando por los caminos. Se dice que nunca se le ve la cara y llora de vergüenza y arrepentimiento por lo que hizo a su familia.
Quienes le han visto dicen que es una mujer revuelta y enlodada, ojos rojizos, vestidos sucios y deshilachados. Lleva entre sus brazos un bultico como de niño recién nacido. No hace mal a la gente, pero causan terror sus quejas y alaridos gritando a su hijo.
Las apariciones se verifican en lugares solitarios, desde las ocho de la noche, hasta las cinco de la mañana. Sus sitios preferidos son las quebradas, lagunas y charcos profundos, donde se oye el chapaleo y los ayes lastimeros. Se les aparece a los hombres infieles, a los perversos, a los borrachos, a los jugadores y en fin, a todo ser que ande urdiendo maldades.


Duendes

Los duendes son criaturas mitológicas fantásticas de forma humanoide pero del tamaño de un niño pequeño que están presentes en el folclore de muchas culturas. La etimología de su nombre proviene de la expresión "duen de casa" o "dueño de casa", por el carácter entrometido de los duendes al "apoderarse" de los hogares y encantarlos, o bien del árabe "duar de la casa" ("que habita, habitante").
En Castilla la palabra duende define a un tipo de ser sobrenatural de la cultura popular equivalente al goblin de otros folclores europeos (del francés normando gobelin, nombre originado en el de un fantasma que se decía asoló el pueblo de Evreux en el siglo XII), de naturaleza maliciosa hacia los humanos.